(En record d'uns anys dolços, a la memoria de la literatura com pur artifici, almenys així ho entenia fa 10 anys)
LOS OJOS
Podría cerrar los ojos y escribir, o llorar o reir. Pero desde aquí,
desde la ventana del salón, tan lejos de casa, tan lejos de mí, incluso puedo
ver como tu empeño en manterner cerradas tus pestañas. Y te mata por dentro. Y
yo estoy tan lejos y tu estás tan cerca...
Levanto mi cabeza del papel. A través de la ventana vislumbro una linea
recta, perfecta pero eterna. No veo donde termina. Un camino de vidas, de
nuevas y viejas vidas. Todas iguales. Todas unidas y a la vez tan separadas por
un muro que apenas permite distintguir donde empieza una y acaba la otra. Una
sucesión de cabañas que esconden tantos miedos, que encierran tantos sueños...y
aquí todo es distinto. El cielo está cubierto por un manto de tristeza y el
estatismo cosntante de los verdes y diminutos jardines se ve alterado por un
ligero susurro que les incita al movimiento. Y yo desde este punto ignómino te
hablo y te cuento que no puedo volver a cerrar los ojos. Y sigo esperando que
me lo pidas, que me susurres al oido que cierre los ojos. Y ese momento no
llegará y tu voz callará y una piedra se pondrá en tu camino. Y sin poder
saltarla ni dejarla atrás, será aparte de tí y el tiempo se detendrá en mi
espalda donde tu me esperas.